Parte tres

Dwight L. Moody es un ejemplo para nosotros, todos podemos ser usados por Dios; pero Moody vivió de tal manera, que Dios pudo utilizarlo. Él fue un hombre completamente rendido a Dios, un hombre de oración, profundo y práctico estudiante de la Biblia. Pero hay cuatro puntos más por lo cual, su amigo Torrey cree que Dios lo utilizó.
La cuarta razón es que Moody fue un hombre genuinamente humilde, y su humildad se demostró de diversas maneras; a pesar de ser famoso, siempre reconocía su falta de capacidad, daba la gloria a Dios y además, daba lugar a otras personas. Por ejemplo, en las conferencias de verano, cuando venían grandes predicadores, aunque él era el famoso, siempre hacía que predicasen y enseñasen los grandes maestros de la Biblia y su humildad se demostraba en su actitud. Filipenses 2: 3-4 dice: ?Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.?
La quinta razón por la cual Dios usó a Dwight Moddy fue su completa falta de amor al dinero, siendo ésta una de las tentaciones de la vida. En 1 Timoteo 6:10 dice: ?porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores? Todos corremos el riesgo de querer enriquecernos falsamente, o de querer apoderarnos de dinero que no nos corresponde, de tratar de evitar impuestos que debemos pagar; mucho dinero corrió por las manos de Moody, pero él usó hasta el último centavo para las escuelas, los institutos, sus campañas y libros; cuando él murió, sólo tenía unos pocos centavos en el bolsillo, todo lo había dedicado a la obra de Dios.
En sexto lugar, el dr. Torrey dice que Dios usó a Dwight Moody por su gran pasión consumidora por la salvación de los perdidos. Él amaba a los hombres perdidos, desorientados y descarriados; trabajó hasta el último momento de su vida predicando el mensaje de salvación, siendo obra interna del Espíritu Santo. Nadie puede fabricar en su alma el consumidor deseo por ver a los perdidos salvados, por naturaleza somos egocéntricos, amar a quien no conocemos es obra del Espíritu Santo. Como dice en Hebreos 13: 2 ?Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he llamado. ? Es el mismo espíritu que llenó el corazón de Moody.
En último lugar, Dios lo usó a Moddy porque fue definitivamente ungido con el poder de lo alto. En Hebreos 1:8 Jesús dijo: ?pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.? Cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en Jerusalén, ellos que habían sido cobardes comenzaron a ser poderosos proclamadores del mensaje de la salvación; de la misma manera, Moody predicaba el mensaje del evangelio, pero él era uno de esos predicadores que predican intelectualmente, sin poder, hasta que un día dos señoras humildes, miembros de su congregación se acercaron y le dijeron: ?A usted le falta poder, nosotras estamos orando para que usted reciba el poder de lo alto.? Moody se ofendió y les respondió: ?Pues, yo soy un predicador del evangelio?, entonces las mujeres dijeron: ?Si, usted predica bien, pero le falta el poder del Espíritu Santo?. Esas palabras se metieron en el alma de Moody; un día estaba en una cruzada en Nueva York y él no pudo tolerar su falta de poder, entonces fue a la casa de un amigo, al entrar a la casa sin avisar, vio a su amigo junto a la familia comiendo, todos se asombraron y alegres lo invitaron a comer, pero Moody respondió: ?Déjenme solo, denme una pieza porque yo iré a orar con Dios y no saldré hasta que reciba el poder del Espíritu Santo?; él entró a esa pieza y pasó horas enteras orando, después de un rato Dios se acercó a Moody