Sr. Palau:
Usted conoce mi historia. Respóndame esta pregunta: ¿Puede levantarse y empezar otra vez una muchacha que ha fracasado como yo en la vida? ¿Hay otra oportunidad para mí?
Respuesta:
Por más que alguien haya fracasado, si lo desea puede levantarse, empezar otra vez, nacer otra vez, rehacer su vida.
Hace varios años, durante una de nuestras campañas, estábamos con nuestro programa de televisión. Durante dicho programa contesto preguntas en vivo a las personas que me llaman por teléfono al canal de televisión. Llamó una jovencita, hija de un juez de alta posición. La muchacha tenía 21 años, y tres años atrás había descubierto que su padre tenía un enriedo amoroso con una compañera de colegio suya. El padre había hecho abandono del hogar para irse a vivir con esta “ex compañera”, y la familia toda estaba sumida en profunda tristeza.
Queriendo vengarse de su padre, la chica había arruinado su vida, comportamiento que a la madre no importó demasiado. La joven se fue de su país, consiguió trabajo en una compañía de aviación, se dejó seducir por un médico casado, y empezó a vivir una vida disipada e inmoral.
Cuando llamó a nuestro programa de televisión, la muchacha dijo: “He hecho cosas feas que no quiero recordar, pero ahora quiero recibir a Cristo en mi corazón y empezar mi vida de nuevo, ¿puedo hacerlo?” “Claro que sí”, le contesté. “¿Por qué no viene mañana al canal y te diremos cómo hacerlo?” La chica replicó: “No, quiero hacerlo ahora mismo, aquí en mi casa y por teléfono. Quiero que Cristo entre en mi corazón y me limpie y me de una vida nueva”.
Fue entonces que allí, frente a las cámaras de televisión, ella en su casa y yo en el canal, la guié a recibir a Cristo. Para mí fue una experiencia conmovedora, y para ella fue el comienzo de una nueva etapa, una etapa de transformación profunda por el poder de Cristo.
Todo joven o señorita que haya caído, fracasado, que haya empezado mal, puede tener un nuevo comienzo, una nueva vida con Cristo en el corazón.
Luis Palau