Pregunta:
¿Por qué Dios permite la persecución de ciertas naciones como por ejemplo el pueblo de Israel? ¿Por qué han sufrido tanto durante la Segunda Guerra Mundial y durante otros períodos de la historia? No entiendo, no comprendo como un Dios de amor permite tal cosa. Me interesa mucho su respuesta.
Respuesta:
Mi estimado caballero, procuraré responder con simplicidad aunque a veces es impropio. Algunas de las razones por las cuales hay persecución tienen sus complicaciones. Por un lado, el pueblo que produce sufrimientos en otros, es un pueblo que a la larga pagará con su sufrimiento, porque la Biblia dice: “No se engañen ustedes; nadie puede desobedecer a Dios y quedar impune. El hombre siempre recogerá lo que siembra” (Gálatas capítulo 6). Y lo que las naciones sembraron, eso también cosecharán como nación.
Ahora bien, por otro lado el ser humano fue creado para vivir en armonía con la creación, en armonía el uno con el otro, y como base de todo lo demás, en armonía con el Creador, nuestro Dios y Padre celestial. Pero, ¿qué ha pasado? Somos una raza rebelde, ¿hace falta demostrarlo acaso? Somos rebeldes en contra de la naturaleza; estamos destrozándola. Somos rebeldes en contra de los otros seres humanos, estamos en incesante conflicto y hay muy poca paz y armonía en el mundo. Y para qué hablar de la rebelión contra Dios, cuando una gran porción de la humanidad hoy niega la mera existencia de El, y los que dicen creer en Dios viven como paganos. Así que, ¿para qué nos vamos a engañar? Estamos en rebeldía. Por eso hay dolor, persecución, tristeza y violencia.
Pero en particular, ¿por qué el pueblo de Israel? El libro de Deuteronomio en el Antiguo Testamento es un libro del pueblo de Israel, inspirado por Dios porque está en la Biblia. El capítulo 28 de este libro es largo, pero en esencia se divide en dos partes: según los israelitas la llamada bendición y la maldición. Ahora, la bendición viene cuando una nación, en particular el pueblo de Israel, obedece los mandamientos de Dios. La maldición viene cuando esa nación desobedece los mandamientos de Dios.
En ese capítulo 28 Dios declara:
“Si no escuchas a Jehová tu Dios y no obedeces estas leyes que te doy en este día, todas estas maldiciones vendrán sobre ti:
Maldiciones en la ciudad,
Maldiciones en el campo,
Maldiciones en las frutas y en el pan,
Maldición de matrices estériles,
Maldición sobre tus cosechas,
Maldiciones sobre la fertilidad de tus ovejas y vacas,
Maldiciones cuanto entres,
Maldiciones cuando salgas”.
Y también dice: “Serás esclavo de tus enemigos por no haber alabado a Dios por todo lo que El te ha dado. Jehová enviará a tus enemigos en tu contra y tendrás hambre y sed, y estarás desnudo y tendrás necesidad de todas las cosas. Sobre tu cuello será colocado un yugo de hierro, hasta que seas destruido” (Deuteronomio 28:15 18, 47 48).
En verdad, las naciones sufren porque se rebelan contra Dios; unas sufren antes, otras después, pero el juicio de Dios siempre cae.
Luis Palau