por Oscar Naranjo
En cada encuentro, campamento, conferencia, en especial juvenil, donde tengo que entregar la Palabra, uno de los temas que surge como gran preocupación de nuestra juventud, es el ataque que reciben del mundo con la pornografía. Creo que este tema no solo es para los jóvenes y adolescentes, sino es un tema que nos debe llamar la atención a los de todas las edades. Los hogares cristianos están siendo invadidos por lo medios de comunicación (radio, televisión, prensa escrita y ahora último Internet), en particular las revistas, las películas, los videos y la televisión son las que promueven la desnudez y las actividades sexuales ilícitas a una velocidad alarmante; se jactan de que las imágenes y los relatos se harán cada vez más explícitos en los meses siguientes, en la “cultura” (ropa, música, “arte”, bailes), en el lenguaje y la forma de divertirse.
El efecto de la pornografía es negativo sobre el concepto que el varón tiene de las mujeres y del lugar que ocupa el sexo en la relación de hombre-mujer es devastador, incluso en opinión de muchos científicos seculares. La pornografía motiva las fantasías, permitiendo que los hombres conviertan mentalmente a las mujeres solo en “carne” y sin sentimientos y viceversa.
La pornografía degrada a las mujeres y hoy en día al hombre de igual forma; mostrar cómo las mujeres son seducidas, desnudadas y tratadas como animales constituye un repugnante ataque contra su dignidad. Jesús elevó el papel y la dignidad de las mujeres, de modo que los cristianos sienten repulsión cuando se atenta contra su dignidad en los materiales pornográficos. Hoy en día es común ver a chicos y chicas de igual forma consumir material pornográfico, en especial por Internet. Siempre les digo a los hermanos en las charlas sobre este tema que las imágenes pornográficas que vemos nos llevaran a querer ver mas, y estas imágenes se van grabando en nuestras mentes y vuelven a nosotros como flash, repitiéndose una y otra vez y no dejando nuestra vida en paz.
Por otro lado la pornografía es una ayuda para la masturbación. Lo único que el afectado tiene en su mente son imágenes de individuos apareándose como animales (aunque parezca muy duro decirlo). ¿Cómo aprenderás que el amor es lo que estimula la vida sexual, si solo eres inundado de información errónea?
Creo que es muy importante poder tener charlas con los jóvenes y adolescentes sobre estos temas, para poder dejarles conceptos que serán de mucha ayuda para sus vidas. Todas las iglesias tienen que tener Hnos. que puedan charlar con la juventud para evacuar las dudas de estos. También todo padre o madre cristiano tiene que tratar estos temas con sus hijos , cuando llegue la edad. Si no lo hacemos nosotros, el mundo le dejara sus enseñanzas que nada tienen que ver a lo que Dios enseña.
El Señor tiene el copyright del sexo, él lo creo, y es algo hermoso, y él nos enseña que debe ser dentro de los parámetros del matrimonio. Bien sabemos que el enemigo trata de deformar todo lo creado por Dios, y la infidelidad, el sexo libre, la pornografía, la bisexualidad, son cosas comunes en el sistema mundo.
La pornografía en sí es un crimen; sus víctimas están por todas partes, pues esta incita a las personas que en su imaginación cometan adulterio mental o fornicación; produce deseos contrarios a la voluntad que Dios tiene para nuestra vida; aviva las pasiones y la excitación sexual, especialmente en los hombres, haciéndoles peligrosos en potencia para las mujeres y los niños.
Cuando cedemos a nuestros apetitos sexuales y comenzamos a ver videos, películas y revistas explícitas o por Internet, descubrimos que la pornografía causa adicción. Nos hace desear más y más materiales, y al igual que el alcohol y las drogas, destroza vidas. Luego comienza nuestra lucha con esta adicción que paraliza nuestra espiritualidad, pervierte nuestra forma de ver el mundo, deforma nuestra vida social y destruye cualquier posibilidad de que Dios nos utilice. Los adictos a la pornografía están convencidos de que todas las mujeres se pasan el día ansiando mantener relaciones sexuales. Si una mujer se resiste, lo que quiere en realidad es que el hombre se imponga a ella y la tome por la fuerza; de ahí por qué tantos delitos de violaciones, adulterio, pedofilia, sadismo, y una innumerable lista. Es muy difícil poder dejar la pornografía. La lujuria consume, aunque no satisface. La pornografía promete todo, pero no da nada; la adicción jamás será comprendida en su intensidad por aquellos que no han estado atados, tampoco el deseo que sienten los adictos. Se debe ser lo más comprensivo y compasivo posible, ya que son hijos de Dios que tienen mucha importancia para Él y que han cruzado sin querer esa línea invisible. Son esclavos de una forma de vida que los conduce a la aflicción y la ruina, y no saben cómo dejarla.
Quizás querido hermano esto te tiene atrapado, pídele perdón al Señor, reclama de sus fuerzas el te ayudara a ser libre de verdad.
Oscar y Edit Naranjo residen en Rosario, Argentina, su página web es wwwmdedecision.com.ar