LA INTERPRETACIÓN
Por Américo Saavedra

(Nota del editor: este artículo es la segunda en una serie de tres sobre el estudio inductivo de las Escrituras. El primero cubrió el aspecto de la Observación. Esta vez el autor toca la Interpretación.)
A través de la interpretación buscaremos entender el significado del texto tal como lo entendieron sus autores/receptores. Trataremos de extraer, en lo posible, el significado de los hechos observados por medio de un análisis más detallado de sus partes, teniendo en cuenta el contexto gramático-histórico que el autor emplea para comunicar su mensaje.
Aquí preguntamos al autor qué significa lo que escribió. Es decir, nos interesa saber más a fondo el contenido de su mensaje. Este proceso es como abrir la mente misma del autor para espiar en ella qué intentó comunicarnos.
Hasta aquí ya contamos con la materia prima para trabajar la interpretación. Con el trasfondo histórico reconstruido durante nuestra observación general logramos enmarcar al libro en su situación geográfica e histórica, dándonos a conocer asimismo sobre el propósito por el cual el libro fue escrito. Luego con las notas de observación específica, junto con el bosquejo, hicimos resaltar las unidades menores del texto. Ahora nos toca analizar estas unidades a fin de captar con más precisión la intención original del autor.
Herramientas de estudio
Para trabajar este segundo momento, echaremos mano ?además de la Biblia? de las siguientes herramientas de estudio: varias traducciones de la Biblia, un diccionario bíblico, una concordancia completa de la Biblia, un atlas bíblico, un manual bíblico, comentarios, léxicos y otros.
Preguntas claves de interpretación
Para el trabajo de la interpretación necesitaremos elaborar una serie de preguntas claves de interpretación que a su vez nos ayudarán a contestar la pregunta ?¿Qué significa?? Entre otras, están las siguientes: ¿A qué género literario pertenece el texto de estudio? ¿Qué luz traen los textos paralelos que dan fuerza al texto de estudio? ¿Qué palabras o ideas del texto necesitan un estudio más detallado? ¿Cuáles son los argumentos claves que usa el autor para apoyar o negar su tesis? ¿Cómo desarrolla el autor sus pensamientos? ¿Cómo se enlazan las ideas del texto? ¿Qué términos necesitan aclararse? ¿Cómo responde el autor a las circunstancias que viven sus receptores? ¿Cómo lo interpretan otras traducciones (o comentarios) de la Biblia?
Nótese que algunas de las preguntas arriba ya fueron contestadas, en parte, durante nuestro trabajo de observación específica. Esta es la ventaja de hacer un estudio minucioso del texto durante la observación. Así, nuestra tarea interpretativa sólo se enfocará en lo que nos falta entender del texto. Y para realizar una interpretación adecuada del texto necesitamos considerar cuidadosamente lo siguiente:
Los géneros literarios
Un pensamiento puede expresarse de muchas maneras, es así como surgen los diversos géneros literarios. El estudiante debe percatarse que la Biblia está cargada de una variedad de géneros literarios. Entre otros, están los géneros: (1) históricos, que relatan los acontecimientos dignos de recordarse: 1-2 Reyes; 1-2 Crónicas; (2) sapienciales: Proverbios, Eclesiastés, etc.; (3) hímnicos: los Salmos; (4) proféticos, que anuncian juicios y predicciones: Isaías, Amós, Ezequiel, etc.; (5) apocalípticos, que anuncian revelaciones enigmáticas y futuras: Apocalipsis; (6) legislativos, que presentan cuerpos de leyes: Éxodo 20:22-26, Levítico 17-26; (7) biográficos: 1 Samuel; 1-2 Reyes; (8) genealógicos: Génesis 5, Lc. 3:23-38; (9) epistolares, que son cartas dirigidas a individuos o congregaciones: 1-2 Timoteo, Gálatas, Efesios, etc. Concluimos en la observación que Tito pertenece al género epistolar, escrita por un individuo a otro individuo. Saber a qué género literario pertenece el texto es importante, ya que esto nos ayudará a determinar qué estrategia analítica emplear para descubrir su significado.
Las figuras literarias
La Biblia es una obra literaria expresada en formas ricas de escritura y con una variedad de estilos literarios. No es extraño, entonces, descubrir que la Escritura esté cargada de figuras literarias propias de cualquier obra literaria. De ahí que es importante que el intérprete reconozca cuándo y cómo los autores sagrados usan tales figuras para comunicar su mensaje.
Una figura literaria es una expresión, frase o palabra dicha en manera figurada más que en sentido literal. Que alguien diga, por ejemplo, ?Estoy muerto de cansancio? es una figura literaria que en realidad significa que tal persona está extremadamente cansada y no que literalmente se haya caído muerta de cansancio. El intérprete, por ende, al estudiar las Escrituras, debe siempre tomar en cuenta cuándo un pensamiento expresa un sentido literal y cuándo uno figurado.
Consideraremos aquí algunas de las más comunes: (1) la sinécdoque, que designa una cosa con el nombre de una de sus partes, o viceversa, ej.: la ley, se refiere también al Pentateuco; (2) la metáfora, que compara implícitamente una cosa con otra, ej.: la Palabra, se refiere también a la espada del Espíritu; (3) el símil, que compara una cosa con otra usando los términos: así como, tal, parece a, semejante a, etc., ej.: ?los que confían en Jehová son como el monte de Sion? (Salmo 125:1; (4) la ironía, que afirma un sentido contrario a lo expresado, ej.: ?…Elías se burlaba de ellos diciendo: gritad en alta voz, porque dios es? (1 Reyes 18:27); (5) la alegoría, que relata algo ficticio o no y que expresa una o más verdades relacionadas o no entre sí, ej.: uno que edificó su casa sobre la arena y el otro sobre la roca (Mt. 7:24-28); (6) la parábola, que podría ser también un relato ficticio, pero a menudo es tomado de la vida cotidiana y se propone enseñar alguna verdad moral. Recomiendo al estudiante revisar un buen manual de hermenéutica para familiarizarse más sobre la interpretación y aplicación de éstas y otras figuras literarias.
En Tito, por ejemplo, encontraremos la expresión ?malas bestias? (1:12). Es lógico pensar que Pablo aquí no está hablando literalmente de bestias salvajes; más bien, si tomamos en cuenta el uso correcto del lenguaje figurado, es una expresión descriptiva que estima apropiada para los maestros falsos que en su afán por ganarse adeptos perseguían sin escrúpulos toda clase de «ganancias deshonestas».
El significado de palabras y expresiones propias del idioma original.
Tito fue escrito en griego, idioma no nuestro, y habrá palabras que para nosotros significa una cosa pero para el autor otra. Nuestra tarea como intérpretes es tratar pues de descubrir, en lo posible, el sentido original del mensaje en el idioma original. Logramos esto analizando las palabras que el autor empleó en ese idioma para comunicar su mensaje. Por ejemplo, la palabra ?ancianos? presbyteros (Tito 1:5), en el contexto del NT se refiere a una designación oficial, mientras que en 2:5 ?ancianos? presbytas se refiere a personas de mayor edad. De ahí la importancia del estudio de palabras, tarea que enseguida la demostraremos.
Pero antes, tengamos en mente las siguientes pautas para el estudio de palabras: (1) hay que ubicar bien el pensamiento central del autor, esto nos dará una mejor idea qué palabras seleccionar para nuestro análisis; (2) hay que determinar el significado de una o más palabras a la luz del marco cultural y de las costumbres dadas en la época en que se dio el texto; y (3) y hay que analizar, en lo posible, el origen etimológico de las palabras, pues a menudo una palabra en el idioma original significa una cosa y en nuestro idioma otra.
Hoy, con todos los recursos de estudio disponibles en castellano, decir por ejemplo: ?Estudiar la Biblia es cosa de eruditos? es una pobre excusa. Aun aquellos que no dominamos las lenguas bíblicas tenemos acceso a una mina de ayudas prácticas. Por ejemplo, sólo para citar algunas, están: Palabras griegas del Nuevo Testamento por William Barclay; Imágenes verbales en el Nuevo Testamento por Archibald Thomas Robertson; Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento por W.E. Vine.Reconocida tal vez como una obra clásica está: El mundo del Nuevo Testamento por H.E. Dana, manual muy útil que nos ayuda a entender mejor el mundo bíblico.
Ejemplo de estudio de palabras
Para esta tarea, obsérvese que hemos organizado nuestra plataforma de trabajo en tres columnas. En la de la izquierda se halla el texto tal como aparece en la Biblia (versión Reina-Valera del 60); en la columna del medio, con la ayuda de las herramientas de estudio, anotamos brevemente el significado que corresponde a cada texto en cuestión; y, por último, en la columna de la extrema derecha anotamos las explicaciones contextuales/históricas, valiéndonos en gran parte de las referencias cruzadas o textos paralelos que la misma Escritura nos la proporciona.

Texto Significado, definición Explicación, trasfondo histórico, contextual, referencias cruzadas

1:1 conocimiento de la verdad que es según la piedad

«conocimiento« (gnosis y sus formas derivativas). Aquí Pablo usa el término derivativo epignosin como «conocimiento« para indicar un cuerpo de conocimiento cristiano. «Conocimiento de la verdad« en su sentido completo es el Evangelio de Jesucristo.

Pablo dedicó toda una vida al conocimiento de Jesucristo (Fil. 3: 81014). El conocimiento de Dios no sólo era su motivación, sino la razón misma de su trayectoria misionera (Ef 3:14-21).
1:2 Dios, que no miente

«no miente« se refiere al carácter de Dios en contraste con el de los «mentirosos« cretenses.

Véase Tito 1:12-13Dios siempre cumplirá sus promesas hechas a Abraham, las cuales honró con el nacimiento de Isaac (Gn 16-21).

1:4a Tito, verdadero hijo en la común fe

«hijo« puede usarse como una expresión de afecto. Sugiere también que Tito era uno de sus convertidos. Pablo lo usa también con referencia a Timoteo (1 Ti 1:2).

1:5 Creta

«Creta«, aunque una isla relativamente pequeña, es una de las más grandes del Mar Mediterráneo. Tuvo que haber tenido una población judía muy poderosa para merecerse la protección de Roma.

La influyente población judía de la isla y el espíritu receptivo de los judíos cretenses en Pentecostés (Hch 2:11), sugiere que Creta era terreno fértil para el trabajo misionero de Pablo.

1:5 ancianos

«anciano«, presbyteros, una persona de edad. Sin embargo, en el contexto de la iglesia del NT, este es un término técnico que significa ser un dirigente de una iglesia local.

Los requisitos que enumera Pablo son similares a los que exige en 1 Ti 3:1-7; no son paralelos exactos; sus diferencias sugieren flexibilidad en el orden administrativo requerido por las diferentes situaciones de la iglesia.

1:6 acusados de disolución ni de rebeldía

«disolución«. Este término, en su contexto, indica llevar una vida desordenada o desenfrenada.

Pablo usa este mismo término en Ef 5:18 y 1 Pe 4:4. En Lucas se traduce este mismo término como «perdidamente« en referencia a la vida «perdida« del hijo pródigo (Lc 5:13).

1:7 obispo

episkopon, sobre-veedor. Así como un padre funciona como un sobre-veedor o administrador de su propia casa, así también se espera que el anciano funcione como un sobre-veedor de la casa de Dios.

Aunque las listas de los requisitos para ancianos parecen ser las mismas en Tit. 1:6-9 y 1 Ti 3:2-7, la forma en que Pablo las presenta varían significativamente.

1:7 pendenciero

Buscapleitos, belicoso, bravucón.

Si alguien que no puede controlar sus emociones ¿cómo podría éste emitir juicio correcto en asuntos emocionales de la iglesia?

1:10 contumaces

«Contumaz«, rebelde, incorregible, obstinado, terco, insubordinado.

Parece que los maestros falsos provenían de los rangos de la iglesia cretense. Su rebeldía era en contra del Evangelio (1:14).

1.10 los de la circuncisión

Los «maestros falsos« de la isla parece limitarse a los judíos convertidos.

Pablo fue confrontado antes por este mismo grupo (Ef 2:11).

1:11 trastornan casas enteras

«Casas enteras«, podría referirse a unidad de familias.

Este término probablemente se refiere a las iglesias que se reunían en casas en donde los cristianos eran instruidos en la fe.

1:12 uno de ellos, su propio profeta

En un estilo parentético, Pablo cita a Epimenides, un muy conocido y altamente estimado filósofo cretense del siglo VI A.C.

El mundo griego usaba el término «cretizar« para expresar las ideas de mentir y estafar. Pablo los usa aquí para describir a los falsos maestros.

1:12 malas bestias
Una expresión bastante descriptiva y apropiada para los maestros falsos que sólo buscaban «ganancias deshonestas»

1:14 fábulas judaicas

Las fábulas judaicas referidas aquí es posible que tengan que ver con las ideas judaicas y gnósticas mezcladas con el judaísmo helenista y transferidas al cristianismo por judíos convertidos.

No se sabe del contenido de estas fábulas judaicas.

2:2 ancianos

presbytas, aquí se refiere a la edad y no a la designación oficial de presbyteros.

No hay indicación específica sobre la edad que debe un creyente tener antes de ser nombrado anciano (presbyteros).

2:3 ancianas

presbytidas, mujeres de edad.

Edad en la cual una mujer adulta ya habría tenido experiencia en la crianza de los hijos y la formación de un hogar

2:9 siervos

La esclavitud todavía dominaba en la sociedad greco-romana. Pablo se dirige al grupo de esclavos creyentes de la isla de Creta.

Los esclavos se consideraban posesión material de los amos, quienes ejercían completa autoridad sobre sus actividades y destino. Otros consejos a esclavos cristianos se hallan en Ef 6:5-8Col 3:22-251 Ti 6:1-21 P 2:18-25. La carta de Pablo a Filemón habla de la restauración de un esclavo que huye de su amo.

3:2 mansedumbre

obediencia, humildad

Este término es rico en significado. Jesús es el mejor ejemplo de mansedumbre (Mt. 11:2921;52 Co 10:1); es fruto del Espíritu Santo (Gá 5:23); es una cualidad cristiana noble que debe desearse (1 Co 4:21Gá 6:1Ef 4:2Col 3:121 Ti 6:11Stg 3:131 P 3:415).

3:9

cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley

Las interpretaciones judaicas creaban un divisionismo recalcitrante que no conducían a nada. Pablo trata con dureza a aquellos que ocupan su tiempo en cuestiones que no promueven ningún bien. Compárese con 1 Ti 1:4 (genealogías); 1 Ti 6:4 (contiendas);  2 Ti 2:16 (evita); y 2 Ti 2:23 (cuestiones necias e insensatas).

3:10 al hombre que cause divisiones

«divisiones«, hairetikon. El término herejía y hereje se derivan de esta palabra griega. El uso del término «divisiones« indica de la naturaleza destructiva de aquellos que promueven enseñanzas falsas en la iglesia.

Aunque este adjetivo aparece solo aquí en el NT, el sustantivo hairesis se refiere a sectas dentro del judaísmo (Hch 5:1715:524:5,1428:22) o a facciones dentro de la iglesia (1 Co 11:19).

3:12 Nicópolis

«Nicópolis« (ciudad de la victoria). Pablo posiblemente se refiere a Nicópolis de Epiros, ubicada en el golfo del Mar Adriático.

La ubicación geográfica de Nicópolis es ideal para pasar el invierno y es un punto de partida estratégico para los próximos viajes misioneros de Tito a Dalmacia (2 Timoteo 4:10).

La manera de recoger los datos arriba puede ajustarse al estilo y gusto de cada estudiante. La idea aquí es buscar, en lo posible, las estrategias adecuadas de investigación que optimen nuestra tarea exploratoria del texto. Lo de arriba es sólo un ejemplo. Admitimos que este trabajo es insuficiente y poco probable que satisfaga por completo las exigencias del lector. No obstante, con esto quisimos destacar en alguna forma lo que implica «meternos« en el texto hasta sacarle el jugo.

Habrá, aun después de mucha reflexión y estudio adicional, cosas que aún no logramos entender. Bien lo dijo el apóstol Pablo: ?Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos? (1 Corintios 13:9). La Escritura está llena de grandes misterios y profundas verdades, pero esto no debe desanimarnos; al contrario, debe darnos más razón para seguir escudriñándola con diligencia, porque ?en ellas?, dijo Jesús, ?tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí? (Juan 5:39).

Si las palabras de Jesús son vida eterna, ¿por qué entonces no apropiarnos de ellas? ¿Qué valor tienen sólo en observarlas e interpretarlas? ¿Por qué no buscar la vida en ella? ¡A eso vamos! Y es a este tercer momento del inductivo que lo llamamos…

(Continuará en el próximo número con La Aplicación.)

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