por Serafín Contreras Galeano.

Disposición es la acción o efecto de disponer. Disponer es colocar, poner las cosas en orden y en situación conveniente. Hay cosas que tienen que ser puestas en orden en estos últimos tiempos. «Pero…todo está en orden hermano. ¿No ve el despertamiento espiritual que estamos teniendo en América Latina? ¿No ve cómo están creciendo nuestras iglesias? ¿Usted no ve el nuevo movimiento espiritual que estamos observando? ¿No ve los nuevos movimientos espirituales que estamos experimentado? ¿La nueva prosperidad que estamos proclamando? ¿No está observando los últimos avances que estamos teniendo en materia de guerra espiritual y nuestras nuevas fórmulas de fe?» Sí, si lo veo y doy gracias a Dios por ello. Me gozo junto con usted, pero no cierro mis ojos a la realidad.
¿Cómo se mide el corazón y la disposición de un siervo? ¿Por su actitud ante los logros, los éxitos y los avances? ¿Por la manera cómo es admirado por la gente y los seguidores? ¿Por cuántos votos logra en las asambleas cristianas y de convención? ¿O..quizá por cuántos programas de televisión tiene o por cuán grande es la megaiglesia que pastorea? ¿Será acaso por la entrega en asumir grandes responsabilidades y la forma de iniciar nuevos retos?
No, el corazón de su siervo se mide por la disposición a ser examinado durante la obra y al terminar la obra. El corazón se mide por la actitud que tiene cuando necesita entregar el cargo a otro. Samuel demostró su verdadero corazón cuando le entregó el pueblo a Saúl, primer rey de Israel.
Samuel fue el último de los jueces de Israel. Los jueces fueron individuos que ejercieron gran influencia sobre las tribus de Israel por su fuerte personalidad, estatura moral y el hecho de tener acceso directo a Dios. El corazón de Samuel se pudo ver el día que él dio su discurso final ante el pueblo para entregarle la dirección de Israel a Saúl. En el corazón de Samuel había una total disposición para Dios y para el pueblo y de ello nosotros necesitamos aprender como siervos para remendar la red de la disposición.
Para estudiar esta disposición vamos a 1 Samuel 12:1-5. En este pasaje Samuel no sólo clarificó su propio carácter más se colocó como ejemplo ante Saúl. En sus últimas palabras antes de marcharse Samuel demostró:

LA DISPOSICIÓN DEL SIERVO A ESCUCHAR.
«He aquí, yo he oído vuestra voz en todo cuanto me habéis dicho, y os he puesto rey» (12:1).
Como siervos necesitamos aprender a escuchar al pueblo, sin embargo antes de aprender a escuchar al pueblo necesitamos aprender a escuchar a Dios. «Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos» (1 S. 8:7). Cuando aprendemos a oír a Dios, él nos guiará para que oigamos a los que el quiere que oigamos. Es difícil escuchar todo, pero es necesario a veces. Es más fácil escuchar lo dulce, pero difícil escuchar lo que sabemos que no tiene sentido, pero a veces es esencial oír eso. Un buen siervo sabe escuchar, estemos dispuestos a escuchar al pueblo sin temor ni angustia. Muchas veces como líderes tenemos miedo de escuchar lo que pueblo quiere decir.

LA DISPOSICIÓN DEL SIERVO A REPRODUCIRSE.
«Yo soy ya viejo y lleno de canas; pero mis hijos están con vosotros?» (12:2).
Hemos sido llamados para reproducirnos, jamás para perpetuarnos. En efecto Samuel les dijo: «Ya he terminado, estoy viejo, pero quedan entre ustedes mis hijos, la generación que sigue». Estamos en la obra de Dios para hacer discípulos y el día que entreguemos lo que ahora estamos haciendo podamos también decir: «Ya estoy viejo..pero aquí quedan los que he estado formando para que ellos continúen». El Señor Jesús nos dejó el ejemplo y el mismo modelo lo encontramos en Pablo cuando dijo: «Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» (2 Ti. 2:2). Debemos dar los pasos para reproducirnos en otros.

LA DISPOSICIÓN DEL SIERVO A SER MODELO.
«Yo he andado delante de vosotros» (1 S. 12:2).
Andar delante implica estar expuesto a ser observado y analizado. Muchos siervos quieren andar detrás impulsando a la gente. Lo más importante no es ir detrás, es estar adelante porque el mundo se ha cansado de las palabras. El mundo desea ver. Lo que la gente quiere es ver modelos para ellos. Cuando no hay un modelo de vida la angustia surge. No modelos de televisión. Muchos de los que sirven al Señor parecen más modelos de televisión que modelos de vida. Vamos a permitir que el evangelio sea encarnado en nuestra vida y poder decirle al pueblo, «Yo he andado delante de vosotros».

LA DISPOSICIÓN DEL SIERVO A SER PERSEVERANTE.
«?desde mi juventud hasta este día.» (12:2).
Cuando Samuel expresó tal declaración estaba diciéndole al pueblo: «Ustedes saben que desde mi juventud hasta este día, día, cuando ya mi cabeza está llena de canas y mi cuerpo sin fuerzas he sido perseverante». La perseverancia estimula y anima a los seguidores. Samuel pudo hablar con firmeza: «He estado con ustedes desde mi juventud hasta ahora». No es asunto de comenzar…es asunto de mantenerse fiel y terminar fiel. Vivimos en un mundo lleno de inconstancias y flexibilidades, pero a los siervos se nos exige la constancia y la perseverancia. Que bueno es encontrar aún siervos que con su vida han demostrado fidelidad y perseverancia. El mejor mensaje que podemos transmitir a los discípulos es una vida de consistencia, fidelidad y perseverancia. Cuántas son las personas en las iglesias y en los centros de comunidad que tienen sus corazones frustrados porque no ven disposición a ser perseverantes en la vida de sus líderes.

LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADO.
«Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido?» (12:3).
¿Liderazgo es exponerse a ser evaluado? ¿Liderazgo es ponerme delante para ser medido? «Jamás. Jamás lo toleraría». Esa sería la expresión de centenares de líderes quienes tienen miedo a ser evaluados. Hoy, en los últimos años de esta última milla que nos corresponde correr….los líderes somos llamados a la disposición a ser evaluados. El Señor Jesús nos dio la medida. Un día él llamó a sus discípulos y les dijo: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente. Entonces les respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos» (Mt. 16:13-17 ).
El Hijo de Dios se expuso a ser evaluado. Como siervos no podemos aislarnos y vivir sin ser evaluados y sin rendir cuentas a nadie. La evaluación de nuestras vidas necesita extenderse a áreas vitales de nuestro ministerio. Samuel estuvo dispuesto a ser evaluado en diferentes áreas y nuestro corazón necesita estar a la disposición de ser evaluado en las siguientes áreas, al igual que Samuel.

LA DISPOSICIÓN DEL SIERVO A SER EVALUADOS EN LA ADMINISTRACIÓN:
«?si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno?» (1 S. 12:3).
Como siervos de Dios se nos ha encomendado bastante para ser administrado y necesitamos responder a Dios y al pueblo con toda transparencia. Cuántos líderes han descuidado tal área y viven sin ser evaluados en el área administrativa. Tenemos una responsabilidad la cual jamás podemos evadir. Administramos recursos ajenos. Son primero los recursos de Dios y luego son los recursos de la gente con la cual estamos trabajando. No tengo el derecho de tomar algo que le pertenece al Señor y al pueblo. Jamás caigamos en el gravísimo error de llamarnos los «siervos e hijos del Rey» sólo para tener el derecho de administrar los recursos financieros y físicos sin rendir cuentas.
Cuando yo comenzaba a pastorear recibí el consejo de una mujer anciana misionera americana en mi país, de quién aprendí tanto. Un día ella me dijo: «Serafín, cuando estés en el pastorado administrando los diezmos y ofrendas de la iglesia, antes de hacer cualquier gasto pregúntate: ¿Se justifica este gasto? ¿Se ajusta este gasto al propósito de Dios y a la prioridad de la iglesia? Recuerda que ese dinero que administras, a ti no te ha costado mucho…pero si le ha costado bastante al hombre campesino que se levanta a las cinco de la mañana para vender sus verduras en el mercado. Le ha costado a la mujer que lava ropa ajena para mantener a sus hijos y al taxista que día a día está detrás de un volante y de allí han sacado su diezmo para la iglesia. A ellos les ha costado y no es justo que gastes dinero que a ti no te ha costado y lo gastes en lo que no es justo». Tales palabras calaron profundo en mi corazón de joven. Hoy casi treinta años después no las he olvidado y sus palabras me frenan cuando quiero escoger mi propio camino en materia de administración. Mantengamos la disposición a ser evaluado en el área de la administración.

LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADOS EN LA CONVERSACIÓN.
«?si he calumniado a alguien?» (12:3).
El tema de nuestra conversación es determinante. La Biblia claramente declara que de la abundancia del corazón habla la boca (Mt. 12:34). Necesitamos cuidar nuestros labios para no calumniar a nadie. Es imperioso ser evaluados por otros en el área de la conversación. Que bueno es poder decirle al pueblo y a otros compañeros: «Si ustedes oyen que mis palabras están desenfrenadas y destruyendo a alguien, por favor….evaluéme». Que triste es encontrar en el largo camino de la vida más de un centenar de líderes quienes han quitado de sus labios el freno y se han atrevido a calumniar a otros líderes sin ningún temor. Me refiero a calumnias que se levantan sólo por el impulso del espíritu de competencia, envidia, deseos malsanos de simplemente derribar al compañero quien Dios está usando. Mentiras, Calumnias, destrucciones, maquinaciones y artimañas han sido usadas en las últimas décadas por líderes inseguros que no han tenido el más pequeño temor ante sus palabras que brotan con facilidad del la fuente malsana de su lengua enfermiza. Mantengamos la disposición a ser evaluado en nuestra conversación.

LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADOS EN LA RELACIÓN.
«?si he agraviado a alguien?» (1 S. 12:3).
Agraviar es engañar o defraudar. Podemos como siervos usar el ministerio para engañar o defraudar a la gente, mas un día seremos expuestos a la luz. Necesitamos estar expuestos a ser evaluados en cuanto a nuestras relaciones. Relaciones con otros pastores, relaciones con los líderes con los cuales trabajamos y relaciones con la gente o congregación en la cual nos desenvolvemos por la gracia de Dios. Por muchos años consideré el tema de las relaciones como algo periférico de mi vida y de mi ministerio hasta que un día fui confrontado directamente por la Palabra de Dios acerca de la centralidad de ese tema. Nuestro Dios es un Dios de relaciones y él desea que sus siervos sean siervos que manejan y administran bien las relaciones.
Es imprescindible estar dispuestos a ser evaluados en nuestras relaciones con el sexo opuesto y jamás defraudar a nadie en este sentido. Los últimos diez años la Iglesia ha sufrido las dolorosas caídas de ministros y líderes quienes jamás estuvieron dispuestos a ser evaluados en este aspecto. Jugar sutilmente con el sexo opuesto sin mantener los límites adecuados está llevando a muchos siervos al camino del engaño. Sabemos por el Espíritu de Dios quien nos advierte y por la lógica que Dios nos ha dado como regalo, cuando comenzamos a pasar los límites claros. Sonrisas, miradas, toques especiales, regalos cariñosos, llamadas telefónicas disfrazadas de atención espiritual son juegos peligrosos que al igual que Sansón pueden llevarnos a un desastre total. Que bueno sería pedirle a ministros amigos y aún hermanos que nos rodean que tengan la libertad de llamarnos la atención y darnos una palabra de advertencia antes que la ceguera espiritual nos alcance y sea demasiado tarde.
Con el sexo opuesto no se puede jugar. En la oficina pastoral y escritorio de consejería nacen con frecuencia las primeras semillitas de adulterio o Detrás de muchas oraciones de «restauración» comienzan a germinar las primeras miradas tiernas y debilitantes, allí comienza como la pequeña araña a darnos vuelta envolviéndonos con sutileza, como lo hace con la hormiga grande la cual cuando quiere moverse descubre que es demasiado tarde. Amado consiervo…detén tu camino, párate ahora mismo, da media vuelta y comienza a caminar por el sendero estrecho de la disposición de ser evaluado en tus relaciones.

LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADOS EN LA OMISIÓN:
«?o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos?» (1 S. 12:3).
Jamás se encuentre en la evaluación de nuestra vida el hacer la vista ciega a pecados de personas por el simple hecho de recibir ayuda monetaria de ellos. Resistir la tentación a ignorar ciertas cosas por el deseo de lograr nuestros propósitos y metas debe ser un anhelo constante en la vida de un siervo. Podemos fácilmente tomar el camino de la omisión si nos toca tomar decisiones frente al pecado y el desvío de aquella persona, la cual precisamente aporta los más grandes diezmos y ofrendas, las cuales están sosteniendo el 80 por ciento del proyecto, ministerio, iglesia u organización. Sin embargo, ninguna cosa caminará sin la debida consecuencia. Tarde que temprano seremos alcanzados por la onda expansiva de la omisión. Hace unos meses leía en un periódico de Centroamérica un grande titular que decía: «PASTOR EVANGÉLICO ACUSADO DE VIOLACIÓN DE UNA ADOLESCENTE EN SU IGLESIA». Con asombro comencé a leer las descripciones tristes de la acusadora y las consabidas defensas del acusado. Me encontré estremecido por las palabras dichas por el presidente de la organización donde este pastor funcionaba y ante la pregunta del periodista acerca de, cuál era la opinión de él, referente a este caso si eso fuera cierto. El líder nacional de esta iglesia dijo a la prensa las siguientes palabras: «Estamos investigando para encontrar la verdad y si el caso resultara ser cierto procederemos a cambiar a este pastor de iglesia y enviarlo a otro lugar para pastorear». Cerré el periódico y me quedé mirando a la distancia mientras mi mente daba tumbos de un lado a otro y en mi corazón dije: «Esta expresión la he escuchado muchas veces o de palabra o de hecho». Omisión. Omisión. Algunos líderes parecen intocables, su trayectoria, su renombre, su aparentemente limpia reputación y el largo historial de «éxitos» los hace intocables, por lo tanto es mejor omitir. «No hagamos hagamos de esto algo demasiado grande». «Es mejor no dañar al pueblo». «Esto quedará entre nosotros». Creemos que podemos engañar al pueblo? Jamás: El pueblo tarde que temprano lo sabrá. El pueblo no pide de sus líderes perfección?pero, sí busca y demanda honestidad. Corazones heridos hay muchos y almas secas y sedientas por el valle de la omisión, sobran.

LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADOS E CUANTO A DISPOSICIÓN A RESTITUIR.
«?y os lo restituiré.» (1 S. 12:3).
La restitución es esencial para cultivar la confianza de aquellos quienes hemos herido. Samuel estuvo dispuesto a restituir. Pedir evaluación sin restitución es hipocresía. Muchos quieren pedir perdón pero no demuestran la disposición a la restitución. ¿De qué sirve pedir perdón si no devuelvo el dinero que tomé? ¿De qué sirve pedir perdón si no trato de colocar todo mi esfuerzo para reponer lo que dañé y ultrajé? La respuesta del pueblo fue: «Nunca nos has oprimido ni maltratado, ni te has dejado sobornar ?dijeron ellos» (1 S. 12:4 VP). Que emocionante es recibir la respuesta del pueblo para quienes hemos trabajado y quienes levantan la voz diciendo nunca nos has defraudado o si una vez lo hiciste pero haz pedido perdón y los haz restituido. Samuel con firmeza pero con gozo interno dijo: «El Señor y el rey que él ha escogido son testigos de que ustedes no me han encontrado culpable de nada» (1 S. 12:5 VP).

REFLEXIÓN.
Necesitamos examinar nuestro corazón como siervos y examinar la disposición. El pueblo se alimentará de lo que llena nuestro corazón. ¿Cómo responderemos en el momento cuando tengamos que salir de donde estamos y entregar a otro lo que Dios en su misericordia nos ha permitido operar? Samuel cuando murió todo el pueblo lo lloró. Saúl cuando murió dejó consternación por la forma trágica en que murió. Samuel traspasó su cargo con honor, Saúl se aferró a su cargo y persiguió a David porque él no toleraba un transpaso de cargo. Estás dispuesto a traspasar tu cargo con honor o acaso te estás aferrando al cargo y persiguiendo para eliminar a quién pudiera sustituirte. Hoy es el día de ese gran comienzo.

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